Uno de los retos más grandes para los retornados al regresar a Guatemala después de haber enfrentado un proceso de deportación o retorno forzado, es que no existe una guía que permita ayudar a que migrantes se inserten laboral y socialmente. Muchos de ellos tienen competencias en construcción, agricultura, servicios o bien, aprendieron a hablar inglés. Sin embargo, no tienen cómo demostrarlas. Es aquí donde el rol de instituciones como el Ministerio de Educación, el Instituto Técnico de Capacitación y Productividad o Hábitat para la Humanidad es clave para el reconocimiento y evaluación de estas competencias como uno de los elementos clave para apoyarles a buscar un empleo.